Fiat Chrysler automoviles (FCA) vendería un patrimonio histórico para saldar sus cuantiosas deudas
Por Enrique Kogan
La noche le está llegando a la FCA (Fiat Chrysler Automóviles), ya que la compañía tiene actualmente casi US$ 7 mil millones en deuda, y ésta podría verse obligada a tomar medidas drásticas.
La ultimas noticias, donde FCA está siendo investigado por la Administración Nacional de Seguridad del Tránsito en Carreteras, por un nuevo retiro masivo de 1,4 millones de vehículos en los Estados Unidos, y los problemas de cancelación de varios modelos que no han tenido las ventas esperadas, han sido solo dolores de cabeza para la automotriz.
Según algunos informes estos problemas de retiros y cancelación de modelos, combinados con las bajas ganancias y una deuda de casi US$ 7 mil millones a partir del tercer trimestre de 2016, podrían llevar a la FCA, a vender a sus histórico patrimonio de Alfa Romeo y Maserati.
Aunque esto no puede ser suficiente para sacar a la compañía de la dramática situación. Los analistas de la industria creen que el enfoque actual de FCA en SUVs y crossovers es un movimiento inteligente, pero no para revertir los problemas.
Sin embargo, el investigador de inversiones Evercore ISI ha cambiado su pronóstico de negativo a positivo, ya que piensa que la venta de Alfa Romeo y Maserati podría ser la respuesta, mientras que Berenberg Bank también agrega el proveedor Magneti Marelli a un posible acuerdo.
Estos rumores de que Alfa Romeo estuvo buscando a un nuevo dueño, han estado rodando alrededor por años. Hace unos seis años la automotriz Alemana Volkswagen, estuvo interesado en la marca italiana, e incluso prometió darle a la marca Porsche los codiciados motores de la misma.
Pero el CEO de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, decidió mantener la marca bajo la sombrilla de FCA y revisar su línea de modelos, presentando el nuevo sedán Giulia y el primer SUV de la compañía, el Stelvio.
Estos modelos, sumados al Alfa Romeo 4C, están entrando al mercado americano. Pero se sabe, que salvo la pizza, la pasta y el vino, los autos italianos no son bienvenidos en Estados Unidos, y lo demuestran por sus bajas ventas.
Por ahora la automotriz le está poniendo unas monedas de buena suerte a la Fontana de Trevi o llevando sus plegarias a Francisco en el Vaticano, porque las cosas se están viendo, como las vé el querido cantante Jose Feliciano.